"Muchos me dirán en aquello día: Señor, Señor, ¿no hablamos nosotros en tu nombre? ¿Y en tu nombre no expulsamos demonios? ¿Y en tu nombre no hagamos muchas maravillas? Entonces les diré abiertamente: Nunca conocí vosotros; aparten de mi, vosotros que practicáis la iniquidad."
(Mt 7:22-23).
El asunto que hoy nos trae es muy serio.
¡Es necesario quebrar la antigua mensaje que la condenación es un factor exclusivo de aquellos que están lejos de la iglesia!
Muchos de aquellos que dicen ser cristianos, que dicen seguir la palabra, infelizmente no pasarán por el camino estrecho. ¿Tú ya oyó que la fe sin la obras es muerta? Pues, este es un problema encontrado a los montes hoy, en las iglesias... ¡Muchas veces las personas tienen fe y profesan cosas maravillosas por sus labios! ¿Pero es sus obras? ¿Cómo están?
Otras veces, muchos van a la iglesia solamente por cierto "modismo". Nunca participan verdaderamente, nunca hacen la diferencia en la vida de lo prójimo... ¿de lo que adelanta?
La mensaje hoy, es de cierta forma especial para aquellos que ya están en el camino, pero insisten en poner su mirada fuera de el. Abra sus ojos y vea que la salvación no es hecha por equipos, mas de manera individual. Muchos dicen que ya están salvos, ¡pero la verdadera salvación solo Dios conoce!
Muchas veces aquellos que están fuera viven de forma más próxima del Señor, que muchos son cristianos solamente a los domingos.
¡Necesitamos alertar que en la iglesia, renovamos nuestro compromiso! Nuestra vida cristiana no termina cuando salimos por la puerta final de la misa, celebración o culto. Mucho diferente de eso: ¡está solamente comenzando!
Jesús te ama, y ¡aún hay tiempo de entregarte verdaderamente!
¡Haga la diferencia!
